El refranero es sabio, sin embargo, este refrán ha llevado a los científicos a opiniones divergentes.

Es una creencia popular la de que quien se levanta más temprano, goza de mejor salud que quién se levanta más tarde. Y parece que esta creencia está apoyada por varios estudios científicos. Nuestro cuerpo sigue un ritmo biológico, que regula las funciones de nuestro organismo en función del ciclo luz-oscuridad. Es la luz la que dice a nuestro cerebro “ahora tienes que ponerte las pilas”. Por ejemplo, cuando amanece la temperatura corporal empieza a subir, mientras que por la noche hace lo contrario, desciende.

 

Sin embargo hay muchas personas que se activan por la noche y por la mañana se sienten más cansadas. Esto, según la American Psychological Association tiene consecuencias en el organismo. Los madrugadores tienden a emociones positivas y a un mejor estado de salud que las personas noctámbulas, más proclives a depresiones y abusos de sustancias. Aunque no todo sería negativo para estos últimos, que también suelen ser más emocionales y creativos.

 

No obstante, otros estudios científicos difieren y anteponen al refrán “A quien madruga Dios le ayuda” otro muy conocido: “No por mucho madrugar amanece más temprano”. Y es que no solo habría que considerar las variables biológicas, sino otras de origen genético y cultural. Lo importante sería, por lo tanto, el número de horas que se duerme, y no si nos levantamos a las 7:00 o a las 11:00.

 

En este sentido, las personas nos parecemos a los pájaros y, de hecho, se nos clasifica como tales. Podemos ser búhos o alondras según nuestro cronotipo. Las alondras son los que prefieren levantarse temprano, los búhos, los más remolones, los que se levantan más tarde.

 

Este cronotipo tiene una base genética y es muy difícil cambiarlo, un búho va a necesitar serios esfuerzos si quiere convertirse en alondra, aunque es verdad que el cronotipo varía un poco con el paso de los años. A medida que crecemos y envejecemos, nos vamos haciendo más alondras.

 

Tanto si eres de los que apaga el despertador constantemente antes de levantarte como si eres de levantarte al primer pitido, recuerda que lo importante es descansar tus ocho horas diarias. Dulces sueños. 

Imagen: kevin dooley.

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