A simple vista pueden parecer lo mismo, pero las apariencias engañan.

Aunque las diferencias entre los códigos QR y los códigos BIDI son difíciles de apreciar y de un solo vistazo pueden parecernos lo mismo, en realidad no lo son. La principal diferencia entre ambos es la titularidad pública o privada.

 

Los códigos QR se basan en un estándar internacional (ISO/IEC18004) y son de código abierto, es decir, podemos utilizarlos libremente, de ahí las múltiples aplicaciones gratuitas, tanto para crearlos como para descodificarlos.

 

Los códigos BIDI, por su parte, son de código cerrado, es decir, privados, por lo que, consecuentemente, son de pago. Y es que los códigos BIDI tienen una orientación totalmente comercial. Fueron creados por la compañía de teléfono Movistar en 2008 como parte de su campaña publicitaria y, con el paso de los años, su uso se ha extendido a otras compañías como Orange y Vodafone.

 

Por lo tanto, para hacer uso de un código BIDI hemos de contar con el hardware y el software específico de una marca, de pago, mientras que para utilizar un código QR esto no es necesario. Pero los códigos QR y los BIDI también pueden diferenciarse a simple vista: los códigos QR presentan tres cuadrados en tres de sus esquinas, pero los códigos BIDI no.

Imagen: Nina Matthews Photography

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