Una simple caja puede convertirse en un elemento decorativo utilizando regaliz de colores.

Resulta muy habitual tener en casa algunas cajas a las que no damos utilidad porque no son demasiado estéticas. Por eso, en este manual os proponemos una original idea para darles un aspecto novedoso y poder utilizarlas para guardar cosas. 

Utensilios:

- 1 caja de madera o de cartón.

- 1 bolsa de regaliz de color relleno de nata.

- 1 bote de cola blanca.

- 1 bote de barniz.

- 1 pincel.

- 1 cúter.

- 1 regla.

Elaboración: 

- En primer lugar, debemos medir con ayuda de una regla la tapa de la caja para determinar cómo colocaremos los trozos de regaliz. Es recomendable cortar el regaliz en tres partes e ir colocándolo en horizontal, de forma que puedan caber tres filas. Y en las pestañas laterales (coincidiendo con la altura de las mismas) se orientará en vertical. 

- Una vez cortado el regaliz en tres partes, se irán pegando con cola blanca una a una. El pincel debe usarse para utilizar la proporción correcta de pegamento sólo en el lado que pegaremos y no en el que quedará visible. 

- Cuando ya está colocado todo el regaliz, se ha de barnizar la superficie de la tapa y ya tendremos un nuevo elemento muy decorativo y colorido. No hay que olvidar que el regaliz relleno puede tener diversos tamaños y colores, con lo que aprovechemos todas las opciones que nos ofrece. 

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