Cómo reducir la “barriguita” es una pregunta que todos nos hemos hecho alguna vez, sobre todo después de unos pocos excesos. Pero la grasa del abdomen no solo es antiestética, sino que también es un riesgo para nuestra salud.

La grasa localizada en la zona del abdomen es más peligrosa para la salud que la grasa localizada en otras zonas del cuerpo, por ejemplo, en las caderas.

La grasa en el abdomen se acumula por muy diversos factores: mala alimentación, sedentarismo, genética, desajustes hormonales… Es cierto que muchos de ellos escapan a nuestro control, pero ¿qué podemos hacer?

 

  • Hidratación: mantener una correcta hidratación es fundamental para evitar la retención de líquidos, la recomendación es beber, al menos, 2 l. de líquido al día. Si te cuesta beber tanta agua, prueba a tomar todo tipo de infusiones, pero no abuses de zumos azucarados.
  • Ejercicio físico: el sedentarismo es un factor clave a la hora de acumular grasa en el abdomen. Realiza ejercicio aeróbico a diario, caminar durante 40 min. a un ritmo considerable puede ser suficiente, pero si además quieres sentirte mucho mejor, apuesta por natación, yoga, aerobic, running… O cualquier deporte que te motive.
  • Cuida la postura: si sueles curvar la columna vertebral estarás favoreciendo la acumulación de grasa en la zona abdominal.
  • Dieta: sí, lo has adivinado, la dieta es fundamental. Evita las grasas saturadas y los azúcares simples e intenta no llenarte en exceso en cada comida. Por supuesto, aléjate de los refrescos carbonatados y procura llevar una alimentación rica en fibra y agua.
  • Descanso suficiente: te ayudará a evitar desajustes hormonales y el estrés.

 

Imagen: Helga Weber.

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