En el concurso de equitación, los saltos pueden tener alturas y formas muy variadas.

Entre las competiciones de equitación que precisan que el caballo ejecute una serie de saltos, se encuentran: el concurso de salto de obstáculos y el concurso completo. El primero, va a contar con un recorrido establecido en una pista cerrada y creada con este fin; mientras que el segundo, se va a realizar en pistas más grandes de campo a través con saltos más naturales. 

No obstante, las clases de obstáculos más comunes diseñadas para el salto son:

- Verticales: consisten en la colocación de obstáculos aislados a lo largo del recorrido. La complicación de este tipo de saltos radica en el esfuerzo del caballo por saltar con más altura que con amplitud. En este, como en cualquier otro, la distancia debe ser calculada por el jinete según la distancia que abarcan los trancos de su animal. Un tipo de vertical muy común es el muro, que resulta de una construcción más compleja de piezas de madera aperentemente sólida; aunque resulta muy sencillo derribarlo por la ligereza de sus componentes. 

- Fondos u oxers paralelos: se compone de dos conjuntos de verticales situados en paralelo. También existe la triple barra, que se diferencia del anterior en que hay tres conjuntos de barras colocadas de forma progresiva en altura. 

- Ría: es una balsa de agua, de una anchura considerable, que el caballo debe superar sin mojarse. A veces, se le coloca un vertical o pequeño murete delante o en el centro de la misma. 

- Combinaciones: conjunto de dos (dobles) o de tres saltos (triples) consecutivos a una distancia entre uno y dos trancos. Dentro de esta clasificación, se encuentra la tipología de caer y partir, en la que no hay distancia entre las combinaciones; aunque es menos común encontrarla. 

Todos los obstáculos pueden contar con colores y alturas muy variadas que, en ocasiones, el caballo llega a extrañar. Por ello, un recomendación muy habitual es acercar al animal a los saltos más brillantes o desconocidos para que no los rechace cuando se dirija hacia ellos. Además, hay que poner especial atención en el caballo al comienzo del recorrido; ya que la inercia le llevará a escaparse si ve una puerta abierta o si escucha cualquier sonido extraño que puede asustarle.

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