En verano, muchas zonas del mundo alcanzan temperaturas muy altas o sufren “olas de calor” perjudiciales para la salud.

Ante una “ola de calor”, las personas mayores y los niños son la parte de la población que más precauciones deben asumir para no sufrir daños en la salud. También, las personas con problemas respiratorios o cardiovasculares.

Algunos consejos y recomendaciones para el verano:

-    Beber mucho líquido: agua, zumos naturales… reponen las pérdidas de líquido que el cuerpo experimenta con la sudoración.

-    No salir a la calle en horas de mayor calor: retrasar paseos por el exterior y buscar sitios refrescados con aire acondicionado.

-    Utilizar prendas de vestir de algodón, ligeras y con colores claros.

-    Evitar la exposición prolongada al sol y utilizar protección solar, sobre todo, en cabeza, cuello y brazos.

-    Comer frutas y alimentos ligeros.

-    Refrescarse, siempre que se pueda, en piscinas, playas, lagos y zonas habilitadas para el baño.

-    Abrir y airear la casa a última hora de la tarde o durante la noche, y evitar los momentos de más calor.

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