El caballo pasó de ser un alimento en la prehistoria a convertirse en uno de los principales compañeros del hombre.

La historia de la equitación se caracteriza por una gran transformación en la relación hombre-caballo. Esto se explica por la aproximación que se produjo entre ambos, al descubrir las enormes posibilidades de supervivencia que podía proporcionar al ser humano este animal.

Durante miles de años, el caballo sirvió como alimento para el hombre prehistórico. Y será con el sedentarismo cuando se produzca el acercamiento definitivo entre ambos, convirtiéndose el caballo en uno de sus mejores aliados para el trabajo, la caza y también para la lucha,  lo que posteriormente se denominarían caballerías.

Los estudios apuntan a que las escuelas de equitación tienen su origen en Italia sobre mediados del siglo XVI, extendiéndose posteriormente a Francia (donde fue muy relevante el perfeccionamiento y estudio de la técnica), Portugal, España y Alemania.

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