Si eres de los que cambia un postre por un Gin Tonic para guardar la línea, seguro que te sorprende saber que el aporte calórico es más o menos el mismo que el de un suculento helado.

La preocupación por el estado físico de nuestro cuerpo, tanto a nivel estético como a otro más profundo, no es sólo habitual sino que se va haciendo mayor con el paso de los años. Este hecho es algo, a priori, positivo, pero el número de mitos que giran en torno a la dieta y la salud es tan grande que podemos llegar a caer en esos fasos hábitos saludables. Uno de ellos es el que nos ocupa en este texto: el aporte calórico de un Gin Tonic.

Esta refrescante bebida se ha convertido en todo un clásico de la sobremesa, tanto es así, que ha surgido el extendido mito de que una copita después de comer ayuda a "hacer la digestión" y a "quemar", de esta forma, una comida pesada. Pero, ¿qué hay de verdad en esta afirmación?

 

Un Gin Tonic no deja de ser una bebida alcohólica, por lo que además de los efectos negativos del alcohol sobre el organismo, también tiene las calorías propias de cualquier coctel, y esto lo podemos comprobar con un cálculo bien sencillo.

 

La ginebra tiene 225 kcal por cada 100 ml, mientras que las calorías de la tónica varían bastante dependiendo de la marca y de la cantidad que ésta incorpore de azúcares. No obstante, podemos hacer una media y decir que una tónica tiene unas 35 kcal por 100 ml. Ahora sólo nos queda multiplicar. Si nuestro Gin Tonic contiene 50 ml de ginebra y 200 ml de tónica tendría un total de 182 kcal, que, aunque no es un aporte calórico extremo, sí es sensiblemente mayor que el de un refresco y, como este, está conformado únicamente por calorías vacías.

 

Es por ello que un consumo esporádico no supone ningún problema a nuestra salud ni a nuestro estado físico, pero al igual que tampoco lo supone que te tomes un postre o un sorbete y, probablemente, con alguna de estas dos últimas opciones, le estén brindando a tu cuerpo algo más que calorías, como nutrientes o vitaminas y antioxidantes. Así pues, si te gusta un Gin Tonic, disfruta de él, pero si prefieres un buen postre ¡no te cortes!

 

Imagen: cyclonebill

0