El derecho al olvido toma relevancia en un entorno en el que la información que aparece sobre las personas en Internet es cada vez más abundante y tiene más importancia

Podemos indicar que el derecho al olvido trata del derecho (o no) que tienen las personas para solicitar que se retire información que ha aparecido en algún momento sobre ellos en Internet.

¿Por qué una persona quiere que desaparezca dicha información? Pues bien, normalmente porque no sea “positiva” para su reputación online. Es evidente que si lo que se dijera sobre dicha persona fuera positivo, nadie tendría interés en que se “olvidara” o se borrara.

La gran problemática de este concepto es que suele chocar con el “derecho a la libertad de información”. Si algo ha ocurrido y se ha comunicado, ¿cómo exigir que se borre?

Pero la situación real es que hay mucha información que aparece en Internet y en los medios de comunicación que cumplen alguna de estas características:

  • Se trata de información que no está contrastada y que, posteriormente, se demuestra que no es cierta… pero permanece allí.
  • Se trata de información que no es cierta aunque después no se haya mostrado que era falsa (hay que demostrar la inocencia, en lugar de la culpabilidad).
  • Se trata de información cierta. Un error que alguien comete en su vida y que le persigue siempre. Lo que se llama normalmente “maté un perro y me llaman mataperros”. Pero no queremos que permanezca porque nos daña.

En el punto actual, hay una gran disputa entre si el derecho al olvido se ha de proteger por parte de los buscadores (como Google) o por el emisor de la noticia (el periódico o el web en que se encuentra la información.

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