El impuesto Buffet es una de las soluciones que plantea el presidente Barack Obama al déficit económico del país.

El impuesto buffet es una propuesta ante el Congreso realizada por el presidente Barack Obama de los Estados Unidos el 19 de septiembre de 2011.

El multimillonario Warren Buffet fue protagonista de unas polémicas declaraciones en las que afirmaba lamentarse de pagar proporcionalmente menos que sus propios empleados. Estas afirmaciones le han servido al presidente para desarrollar su iniciativa.

Según el principio rector de capacidad contributiva, el presidente norteamericano propone que los contribuyentes que ganen más de un millón de dólares al año, tengan que pagar un impuesto extra, ya que se enriquecen fundamentalmente a raíz de dividendos y ganancias de capital.

En Estados Unidos los salarios se gravan con una tasa de entre el 10% y el 35%. Los beneficios de inversiones están sujetos a una tasa fija del 15%, lo que provoca que los norteamericanos más ricos paguen generalmente una proporción menor de sus ingresos en impuestos federales que los de clase media.

Según fuentes oficiales de la Casa Blanca, la tasa afectará a alrededor de 450.000 norteamericanos, que conforman el 0,3% de los contribuyentes.

El partido republicano, situado en la oposición, señala que la propuesta fiscal de Obama está destinada al fracaso por el rechazo del Partido Republicano, que controla la Cámara de Representantes y que se ha opuesto reiteradamente a una subida de impuestos a los contribuyentes más ricos.

Esta iniciativa es una de las soluciones que plantea el presidente norteamericano al comité especial del Congreso, que debe decidir antes de diciembre de 2011 cómo reducir el déficit hasta 1,5 billones de dólares en los diez años ulteriores.

0