Porque a la hora de regalar no sólo es importante el regalo en sí mismo, sino también el envoltorio, te traemos una técnica original y ecológica desde el país nipón.

El furoshiki es una técnica milenaria de envolver japonesa, creativa y ecológica, pues no se utilizan materiales desechables, como el papel o el celofán, sino una pieza cuadrada de tela que se puede reutilizar una y otra vez. De hecho, furoshiki es el nombre de la tela que se utiliza para envolver los objetos, mediante pliegues y nudos.

 

El origen del furoshiki lo encontramos en el año 750, aunque por entonces no estaba enfocado a envolver regalos, sino que se utilizaba para transportar y guardar la ropa en las casas públicas de baño. Más tarde, los comerciantes empezaron a utilizarlo para transportar todo tipo de mercancías.

Hoy día, el furoshiki se ha extendido por todo el mundo como forma de reducir el uso de bolsas de plástico y la generación de residuos.

 

Existen diferentes técnicas, desde las más sencillas a las más refinadas, con telas simples de algodón o delicadas sedas pintadas. Lo más recomendable es utilizar una tela fina pero resistente, que aguante la presión pero nos permita hacer nudos con facilidad. A continuación, te enseñaremos cómo envolver mediante el furoshiki un objeto rectangular, para lo que tan sólo necesitarás una tela cuadrada, como mínimo, el doble de grande que el objeto que vayas a envolver:

 

1. Estira bien el furoshiki sobre una superficie lisa.

2. Coloca en uno de los extremos del furoshiki, en diagonal, el objeto que vayas a envolver, quedando uno de los extremos del furoshiki por detrás del objeto.

3. Envuelve el objeto, dándole vueltas hasta llegar casi al extremo final del furoshiki.

4. Entrelaza los dos extremos, aprieta bien y dale la vuelta al paquete.

5. Anuda los extremos y ¡listo!

 

Imagen: weekendknitter

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