¿Dónde se encuentra tu felicidad?
Cada vez se vuelve más frecuente la meta de perseguir la felicidad, tanto en el campo personal como profesional. Al fin y al cabo, el objetivo final de todo lo que hacemos es ser felices y hacer felices a las personas que nos rodean. Por ello, se suele incentivar a los hijos para que estudien profesiones que les generen felicidad y que las disfruten, y de igual forma se persigue trabajar en áreas y con personas que te provean ambientes felices y que te permitan crecer.
La felicidad puede tener tantos significados como personas existen en el mundo. Para algunos será tener mucho tiempo libre, para otros tener su propia empresa, para la gran mayoría formar una familia y tener hijos sanos y prósperos. La felicidad se expresa en el estado de ánimo, en el optimismo con que enfrentamos la vida, en la cara alegre, en la manera como nos relacionamos con las personas, en la dedicación con que desarrollamos el trabajo o en el empeño que le ponemos a las actividades.
Lo importante del asunto es que la felicidad la puedes encontrar en las pequeñas cosas, dentro de ti mismo, de forma conjunta con tu familia y equipo de trabajo o en tu lugar de residencia, y nunca necesitarás irte lejos a buscarla, ni cambiar radicalmente para encontrarla. Porque si no te encuentras en paz contigo mismo, no te valoras ni disfrutas de tu compañía, vayas a donde vayas, seguirás sintiéndote infeliz.
La búsqueda de la felicidad podrás orientarla hacia el exterior, las posesiones, las personas que te rodean o los logros. Pero si empiezas por el camino de tu interior, sentirte bien, mejorar tu autoestima, conocerte mejor, aumentar tu valor y florecer la alegría, allanarás una felicidad duradera en el tiempo, más profunda y de valor. Porque no dependerá de los agentes motivadores externos, ni del mayor o menor ingreso que obtengas, ni de las palmaditas que te den en la espalda.
La felicidad duradera debe estar bajo tu control y dominio.
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