Y tú, ¿necesitas un respiro?

Cada vez está más de moda el turismo rural y el Valle del Jerte es uno de los destinos estrella de la primavera. Y es que este pequeño municipio del norte de Extremadura es popularmente conocido por sus picotas, la más dulce de las cerezas, de ahí que los viajeros visiten la zona en uno de sus momentos de máxima belleza: la floración de los cerezos. El valle se colorea de blancos y rosas, dando como resultado un paisaje espectacular, aunque no más que en otoño.

Esta zona se convierte en el lugar ideal para huir de la ciudad y tomarse unas pequeñas vacaciones. El paisaje se tiñe de amarillos y naranjas, que nos transportan a lugares de fantasía, y el olor de la humeante comida casera inunda las calles de sus pequeños pueblos.

 

El Valle del Jerte es excelente para los que disfruten del turismo activo, perfecto para practicar senderismo libremente a través de sus bosques de castaños y robles y disfrutar de los saltos de agua, que en esta época del año están en todo su esplendor, como Los Pilones, aunque solo se bañarán los más atrevidos. Pero además, podremos contratar visitas guiadas y otras actividades deportivas monitorizadas como rutas en 4x4. Y para relajarse, nada mejor que visitar sus lujosos balnearios y poner el colofón al día deleitándonos con una suculenta cena a base de platos tradicionales con setas y otras exquisiteces del otoño.

 

Imagen: Neticola

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