Lídice Núñez presenta un retrato completo del ser humano en sus coreografías de la Danza Nacional de Cuba.

Inicia su carrera coreográfica en la Compañía de Danza Contemporánea de Cuba. Sus obras poseen un lenguaje donde se destacan la sensualidad y el virtuosismo técnico de sus intérpretes.

La plasticidad y la recreación exquisita de la naturaleza y las pasiones humanas realzan la obra de esta joven coreógrafa que ha llegado a ocupar un lugar reconocido en la danza cubana.

Entre las obras más reconocidas de su repertorio destacan:

  • Trastornado
  • Terriblemente inocente
  • La Travesía.
  • La cueva de Cristal
  • Cuida de no caer
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