Claudio Monteverdi fue un revolucionario cuyo puesto en la historia de la música está asegurado, entre otras razones, por el impulso que dio a la ópera en sus primeros escarceos.

"Orfeo" fue el primer drama musical de Claudio Monteverdi surgido en 1607 gracias a la colaboración del músico con Alessandro Stringgio, autor del texto y funcionario de la corte del duque de Mantua. La trama está basada en el antiguo mito griego de Orfeo, quien intenta rescatar a su difunta amada del Hades, el mundo de los muertos.

Se estrena en el año 1607 y representa tal vez la evolución más importante de la historia del género, imponiéndose como una forma culta de expresión musical y dramática. A través del hábil uso de las inflexiones vocales, Monteverdi intentó expresar toda la emoción contenida en el discurso del actor, alcanzando un lenguaje cromático de gran libertad armónica.

La orquesta, muy ampliada, era utilizada no sólo para acompañar a los cantantes, sino también para establecer los diferentes ambientes de las escenas. La partitura de Orfeo contiene 14 partes orquestales independientes. El público aplaudió esta ópera con gran entusiasmo y su siguiente ópera Arianna (1608), cuya música se ha perdido, excepto el famoso "Lamento de Ariadna", consolidó la fama de Monteverdi como compositor de óperas.

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