Nuestro huerto puede proporcionarnos frutas, verduras y plantas medicinales, de las que podemos extraer las sustancias que posteriormente utilizaremos como remedios

Nuestra huerta puede darnos muchas satisfacciones en forma de verduras, frutas y también plantas medicinales.

Es muy habitual dedicar un rincón a cultivar este tipo de plantas por sus cualidades y virtudes en la cura de diferentes dolencias. Pero, ¿cómo extraemos las sustancias curativas?.

Son tres los procesos que nos van a permitir aprovechar las propiedades medicinales; la maceración, la infusión y la cocción. 

La maceración, nos permitirá ablandar las plantas y extraer las zonas más solubles. Es un proceso sencillo ya que consiste en dejar reposar las hojas, semillas, raíces o flores en una sustancia líquida, como agua, aceite o alcohol.

La infusión la obtendremos hirviendo agua en un recipiente y echando las plantas troceadas. Dejamos reposar durante diez o quince minutos sin olvidar tapar el recipiente.

La cocción nos permitirá extraer más sustancia de las plantas medicinales. El proceso, consiste en cocer las raíces o tallos durante el tiempo recomendado dependiendo de la planta.

De los tres procesos, el más conocido y utilizado es la infusión por su simplicidad y facilidad para ingerir. En cualquier caso, los tres nos permitirán aprovechar de forma óptima las plantas medicinales de nuestra huerta.

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