Es una bacteria que vive en el intestino de los animales.

La bacteria “E.coli” puede afectar de forma grave a la salud de las personas enfermas. La portan los animales y se transmite a través de los alimentos y el agua.

La carne de ganado vacuno picada y cruda es la principal fuente de infección. También puede llegar a la leche no pasteurizada, pues se detecta en las ubres de las vacas. Los vegetales crudos que hayan entrado en contacto con heces de animal infectado, el agua de los lagos o las piscinas de aguas residuales, también son focos de infección.

Los síntomas comienzan a sentirse a los siete días de producirse la infección. Éstos se traducen en cólicos abdominales, diarreas con sangre durante varios días, fiebre leve, náuseas y vómitos.

Para evitar la infección por E.coli es recomendable:

-   Cocer o asar bien las carnes, que no queden crudas.

-   Evitar el contacto de carne cruda con alimentos listos para comer.

-   No consumir hambuguesas medio crudas.

-   Lavar con ímpetu los vegetales y las frutas antes de consumir.

-   Beber siempre agua potable.

-   Evitar tragar agua cuando se nada en piscinas naturales, lagos o ríos.

-   Lavar bien las manos antes y después de comer, al igual que las herramientas de cocina.

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