El gomasio es una forma muy saludable de condimentar tus platos. En este manual te explicamos qué es, cómo podemos utilizarlo, sus beneficios y cómo podemos fabricarlo en casa de forma sencilla.

La palabra gomasio viene del japonés: goma (sésamo) y sio (sal), y es también conocido como “sal de sésamo” o “sal de Oriente”. Se trata de un condimento muy utilizado en el país nipón y que está compuesto por sal marina no refinada y semillas de sésamo.

 

Su sabor recuerda suavemente al de los frutos secos y se utiliza como sustituto de la sal en ensaladas y sopas, aunque también sirve para condimentar de forma diferente platos a base de arroces, pastas, legumbres y verduras.

El gomasio permite reducir la sal de los platos, previniendo enfermedades como la hipertensión, y, además, cuenta con el añadido de todos los beneficios del sésamo:

 

  • Es rico en minerales, vitaminas del grupo B y hierro, de ahí que sea conocido como el condimento remineralizante por excelencia.
  • Tiene un alto contenido en calcio, de hecho, el sésamo tiene hasta diez veces más calcio que la leche.
  • Estimula el aparato digestivo, facilitando la digestión, regulando el tránsito intestinal y ayudando a asimilar mejor los nutrientes del resto de alimentos.
  • Es una fuente de lecitina, que ayuda a prevenir el colesterol alto y estimula la memoria.
  • Supone un aporte complementario de proteínas y de ácidos grasos insaturados cardiosaludables.

 

El gomasio es muy fácil de preparar en casa. Para ello, solo necesitamos semillas de sésamo, también comercializadas como ajonjolí, y sal marina sin refinar. En concreto, la proporción es de una cucharada de sal por cada quince cucharadas de semillas de sésamo.

El procedimiento es muy sencillo, solo tenemos que tostar las semillas de sésamo y molerlas con la sal en un mortero. Se conserva bien durante dos semanas en un frasco hermético. Y si no tienes ganas de prepararlo, es fácil encontrarlo preparado en tiendas de productos ecológicos y herbolarios.

 

Imágenes: timsacktonKeith McDuffee.

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