La IP, o Protocolo de Internet, es un estándar que siguen los equipos informáticos dentro de una red para comunicarse entre ellos.

El protocolo de Internet es la huella de un ordenador. Son normas que siguen los equipos de una red informática, bien local o mundial, para comunicarse entre ellos.

Dentro de esas normas está la dirección IP, una etiqueta numérica compuesta por números binarios de 32 bits en decimal que se forman, a su vez, por cuatro grupos de números de 8 bits, de 0 a 255.

La dirección IP puede ser fija o dinámica. La IP fija es asignada por el usuario de manera manual o por el servidor de la red en base a la dirección MAC del cliente. Por ejemplo, una página Web. La IP dinámica es asignada mediante un servidor al usuario y tiene una duración máxima determinada; puede desaparecer al apagar el ordenador. Estas últimas reducen los costos de operación a los proveedores de servicios de Internet y la cantidad de IP asignadas.

El protocolo estándar utilizado es el IPv4, pero ya se trabaja en el IPv6 que aumenta la capacidad de direccionamiento.

El protocolo IP ha sido imprescindible para el desarrollo de Internet, pues supone el lenguaje de los ordenadores para comunicarse entre ellos.

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