Si te invitan a una comida o cena importante y no te gusta alguno de los platos, disimula. Aquí tienes un consejo...

La mejor forma de quedar bien si no nos gusta un plato es servirse una pequeña cantidad, alegando cualquier pretexto, como alergias, dietas,…

Después, hacemos el gesto de probarlo y ya está. Siempre es mejor esta opción que rechazar el plato sin darle ninguna opción, y, además, pasaremos más desapercibidos.

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