En el ámbito jurídico la venia se utiliza con frecuencia. En general, se puede asimilar a “dar permiso”.

En el ámbito jurídico la venia se utiliza con frecuencia. En general, se puede asimilar a “dar permiso”.

Durante un juicio, un abogado tiene que pedir permiso al Juez para hablar y lo hace pidiendo la venia (la conocida frase de “Con su venia, Señoría…”).

Cuando se habla de “dar la venia” entre abogados, suele significar que un cliente cambia de abogado. El nuevo abogado no puede, sin más, empezar a representar a ese cliente, sino que tiene que pedirle la “venia” al compañero que, hasta ese momento, representaba al cliente.

Es decir, que el nuevo abogado tiene que pedirle autorización y permiso al anterior abogado para llevar esos temas. Se trata de una formalidad que hay que cumplir, aunque lo cierto es que la venia o autorización hay que darla obligatoriamente.

Lo habitual es darla poniendo de manifiesto el estado de los procedimientos y asuntos que se han llevado para ese cliente y acompañando la factura de honorarios que esté pendiente.

No dar la venia al abogado que te la pide puede ser objeto de una sanción disciplinaria por el Colegio de Abogados. Aunque aquí nos hemos referido a abogados exclusivamente, en el caso de los Procuradores es sustancialmente igual.

 

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