El Carlino, Pug o Doguillo es una raza canina de origen chino, que se caracteriza por ser fuerte, robusta y muy preciada como mascota.

El Carlino, Pug o Doguillo, nació en China en torno al siglo V a.C. Algunos expertos consideran que la raza surgió durante la dinastía Chang. En el Renacimiento, este perro fue importado a Europa, principalmente a Holanda e Inglaterra. Josefina, esposa de Napoleón Bonaparte, tuvo un carlino y se cuenta que mordió al emperador en la noche de bodas.

Los carlinos son perros fuertes y robustos. Poseen un tórax amplio y patas cortas. El tronco, cuadrado y macizo, termina en una cola enrollada. La nariz de los pugs es chata, llega a ocasionarles problemas de ventilación y sofocos. La cabeza es grande, los ojos son oscuros y saltones y las orejas son finas y suaves.

La altura de un carlino puede llegar a los 35 cms, el peso no supera los 8 kgs. Poseen un pelaje corto, fino y suave, en tonalidades negra, gamuza o albaricoque.

El Doguillo se caracteriza por su temperamento amistoso, cariñoso y confiado. A pesar de su expresión de aparente enfado, son amables y simpáticos. En definitiva, pueden considerarse mascotas ejemplares.

En el cuidado de nuestro “pug” no deben obviarse el ejercicio diario y moderado y una alimentación equilibrada. Son perros tendentes a padecer enfermedades oculares, como cataratas. Por ello, un control veterinario anual es más que recomendable.

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