Cambiar una planta de maceta o tiesto a otro, puede parecer complicado, pero es una operación sencilla y que nuestra planta nos agradecerá.

Tras haber comprobado que una de nuestras plantas necesita ser cambiada de maceta, bien porque ha frenado su desarrollo, o porque parece más propensa a plagas y enfermedades o su aspecto general no es muy bueno, tenemos que elegir la maceta a la que queremos cambiarla.

Esta debe ser un poco mayor que en la que está, no mucho mayor porque a la planta le costaría explorar toda la tierra y tardaría en desarrollar su parte aérea, ni muy justa, porque dificultaría las labores de llenado del sustrato. En esta nueva maceta ponemos unas piedras en el fondo, tapando sus agujeros para facilitar el drenaje del agua sobrante y conseguir que las raíces no mueran encharcadas.

Una vez colocado el drenaje, que puede ser de otros materiales, ponemos una capa del sustrato elegido en el fondo. Cogiendo y asegurando bien la planta que queremos transplantar por el tronco, separamos cepellón y maceta. Intentamos que la planta no sufra, lo hacemos con cuidado, sin tirones. Ponemos este cepellón sobre el lecho de sustrato del otro tiesto o maceta y lo colocamos para que quede recto. Éste es el momento para colocar un tutor si creemos que la planta lo va a necesitar.  

Posteriormente rellenamos cuidadosamente con el sustrato y lo presionamos suavemente. Regamos y corregimos cantidades de sustrato si faltan en alguna parte.

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