Los radicales libres son átomos reactivos e inestables que roban electrones a las moléculas estables y destruyen nuestras células. Provocan envejecimiento.

Los átomos denominados radicales libres cuentan con un electrón desapareado. Recorre nuestro organismo con el fin de robar un electrón a las moléculas estables y conseguir su estabilidad electroquímica. Una vez conseguida dicha estabilidad, la molécula estable se convierte inmediatamente en otro radical libre, pues queda con un electrón desapareado. Se inicia una reacción en cadena que destruye las células del organismo.

Leído así, los radicales libres parecen átomos malignos, pero son fabricados por nuestro cuerpo en cantidades moderadas para luchar contra bacterias y virus.

Existen factores externos y hábitos poco saludables que provocan el aumento de radicales libres: el tabaco, el alcohol, una incontrolada exposición al sol, el ejercicio físico intenso… Una buena forma de combatirlos es llevar una dieta rica en alimentos antioxidantes.

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