Se trata del desplazamiento de un personaje popular de un espacio a otro, para que refuerce este segundo producto audiovisual.
Ambos conceptos se refieren a las distintas estrategias de programación televisiva seguidas por las cadenas para aumentar su audiencia.
La industria de la televisión ha realizado una clasificación de las diversas franjas horarias según el tipo de público que se congrega frente al receptor y sus gustos televisivos.
Los planos componen la unidad narrativa más pequeña y básica del lenguaje audiovisual.
El Primerísimo Primer Plano (PPP) o Plano Detalle (PD) acerca al espectador hacia un dato (detalle) muy concreto.
La palabra televisión es una mezcla del vocablo griego “tele”, que significa distancia y el vocablo latino “visio”, visión. La primera vez que se usó este término fue en 1900 por Constantin Perski.
El Gran Plano General (GPL) también es llamado Plano Panorámico.
Es el encargado de la reducción a escala de cualquier elemento de la realidad o de la ficción, del que se precise para el rodaje o la grabación.
El Plano Americano (PA) muestra el personaje desde las rodillas hacia arriba.
La audiencia es una amplia y heterogénea colectividad social que al actuar sobre ella un producto audiovisual se homogeneíza.
La programación televisiva es un concepto amplio que trata los diversos aspectos del contenido de las emisiones televisivas según el público, el programador o el directivo.
El Plano Medio puede ser largo o corto según muestre al personaje.
El 28 de octubre de 1956 comienzan las emisiones regulares de televisión en España desde los Estudios “Paseo de la Habana” en Madrid.
Los planos sonoros en radio sirven para marcar distancias y definir espacios. Según el uso que hagamos de estos planos, nuestra eficacia comunicativa será mayor o menor.
El estallido de la II Guerra Mundial en 1939 puso fin a las diversas pruebas experimentales y a las emisiones televisivas, ya que las potencias prefirieron invertir el dinero en el conflicto bélico.