Elfego Baca, llegó a ser uno de los sheriffs más jóvenes de Nuevo Méjico

Elfego Baca era hijo de una emigrante mejicana en Nuevo Méjico, se convirtió en sheriff de una manera cuánto menos original. Robó dos Peacemaker y compró por correo una placa de sheriff, cuando lo tuvo todo, se autoproclamó representante de la ley en Socorro, Nuevo Méjico, con la aprobación de un amigo sheriff.

En octubre de 1884, se produce el tiroteo que lo hará leyenda. En un pueblo llamado Upper San Francisco Plaza, agregado a la localidad de Frisco, Nuevo Méjico, Elfego tuvo que intervenir para llevar a cabo la detención de Charlie McCarty. Éste era un borracho que armaba jaleo y que intentó matar a Elfego tras uno de sus grotescos espectáculos.

Elfego se lo llevó detenido para presentarlo antes el juez al día siguiente. Los compañeros del maleante, pagados por el barón ganadero del pueblo, fueron a buscarlo y amenazaron a Elfego para que liberara a su amigo. 

No lo consiguieron así que dio comienzo un tiroteo que hizo que el sheriff tuviera que refugiarse en una casa cercana. Pasaron  treinta y seis horas y más de 4.000 disparos, lo que obligó a los pistoleros a retirarse por falta de munición.

El sheriff estaba intacto después de horas de asedio, de que intentaran quemar la casa  en la que se refugiaba y dinamitar parte de ella. Gracias al desnivel del suelo de la misma el protagonista pudo sobrevivir debajo de los cascotes y salir sano y salvo, con apenas unos rasguños.

Encontró que cuatro de los cowboys estaban muertos y diez gravemente heridos.

Unos meses después fue arrestado y juzgado por el asesinato de uno de los cuatro cowboys y acabó siendo declarado inocente, tras presentar como prueba, la puerta de la casa dónde se refugió, la cual tenía más de 400 impactos de bala. Quedó demostrado que todo fue en defensa propia.

Posteriormente fue declarado oficialmente marshall, estudió derecho y practicó la abogacía.

Entre 1913 y 1916, durante la revolución mejicana, fue elegido diplomático representante del gobierno estadounidense frente a Maximiliano Huerta, y se reunió con los líderes revolucionarios Emiliano Zapata y Pancho Villa.

A este último se atrevió a robarle un arma y Pancho como venganza puso precio a su cabeza.

Información obtenida del libro Breve Historia del Salvaje Oeste; Pistoleros y Forajidos. Editorial Nowtilus.

0