Para comprender, la redacción que hace Mateo del nacimiento de Jesús, hay que tomar en cuenta que los evangelios se escribieron posteriores a la muerte de Jesús y Mateo, a través de uno de los apóstoles de Jesús, el cual se encargó de contarle la historia

Sin embargo, hay dos apóstoles que no relatan el nacimiento de Jesús. El primero, Marcos, ya que como se sabe, el se encargo de escribirle  a los romanos. A Ellos solo les interesaba, la historia de un hombre  capaz de pelear vigorosamente contra las fuerzas del mal.

Sin embargo al apóstol Juan, que no menciona para nada el nacimiento, da a conocer al mundo, al mismo Dios encarnado  cuando escribió: “En el principio era el verbo, y el verbo era con Dios, y el verbo era Dios”. Ningún otro podía descubrir la personalidad divina de Jesús, como el discípulo amado.

Finalmente nos falta analizar el relato que hace Lucas de este acontecimiento, que sin lugar a  dudas es el más profundo además de ser el más bello. La cuestión radica en que Lucas, cuya ciudadanía era griega, dedica su información a un amigo llamado Teófilo, también griego. Léase Lucas 1, versículos del 1 al 4.

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