Una ingeniosa forma (y la más barata que se conozca) de acabar con los pulgones que se alimentan de nuestras plantas es mediante el método que vamos a explicar a continuación.

Debemos comprobar en primer lugar que los insectos que tenemos en nuestras plantas son verdaderamente pulgones, no cochinillas o pequeñas hormigas. Este método es efectivo para pulgones de todas clases, pero sobre todo para los verdes, típicos por ejemplo de los rosales.

Se basa en ahogar la respiración de estos insectos, que tienen una cutícula pegajosa y blanda. También decir que se puede usar sólo en pequeñas plantas, como vais a entender enseguida:

Debemos recoger tierra seca desmenuzada, en polvo como se ve en la fotografía. Si tenemos tierra en terrones, debemos deshacerla con nuestras manos o alguna herramienta, hasta conseguir el polvo que queremos. La tierra que se compra en la tienda no vale para esto, es muy húmeda, con partículas demasiado grandes; debemos usar la del campo.

El sistema se basa en cubrir la cutícula del insecto de polvo y por lo tanto impedirle respirar. Tomamos la tierra y la lanzamos sobre las partes de la planta afectadas, intentando cubrir muy bien todos los pulgones.

Al día siguiente, veremos que muchos de ellos han desaparecido e insistiremos con el tratamiento tantas veces sea necesario. ¡Es el método más barato y el más ecológico!, comprobado con éxito en diversos tipos de pulgones o insectos pegajosos.

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