Las empresas forman parte del sistema y las componen personas, que deben ser cuidadas y cuidadosas con el medio ambiente. Responsables social y ecológicamente.
La zanahoria es un cultivo que podemos llevar a cabo durante todo el año.
¿Nuestras viviendas son saludables? ¿sostenibles? ¿respetuosas con el medio ambiente? no, no lo son. Nosotros y nosotras vivimos en ellas, formando parte de un ecosistema insano e irrespetuoso con el entorno en el que se ubican.
Podemos comer sano y ecológico fuera de temporada, sólo necesitamos un invernadero que nos permita disfrutar de frutas y hortalizas todo el año.
Solanum Melongena, una planta con más de dos mil años.
Los tomates son frutos deliciosos y forman parte de nuestra alimentación y, por tanto, también de nuestra huerta ecológica.
La patata tiene su origen en América del Sur y es uno de los cultivos más populares.
El verano se está acabando y tenemos que preparar nuestra huerta para la próxima temporada otoño/invierno. ¿Qué tenemos que hacer?
Pastinaca Sativa, ese es el nombre científico de la chirivía. Una hortaliza prácticamente desconocida y, que antes del descubrimiento de la patata, tenía un lugar importante en el consumo habitual de la población.
Más allá de la satisfacción de cultivar nuestros propios alimentos y lo saludable que esto es, están los muchos beneficios que nos aporta la huerta. Huertear es terapéutico.
La zanahoria es un cultivo de primavera y otoño.
¿Y si llenásemos las paredes de tomates, pimientos, cebollas…? Vamos a aprovechar el espacio y convirtamos nuestras paredes en huertas verticales.
Los huertos son como la Isla de Utopía, de Tomás Moro, espacios en los que la explotación comunal de los bienes se lleva a cabo sin conflictos ni competencias.
Una vez que nos hemos decidido a cultivar nuestra huerta, tenemos que diseñarla y los bancales son un elemento fundamental.
Llega el otoño, y debemos preparar nuestro huerto para esta nueva temporada en la que disfrutaremos de coles, repollos, acelgas...