Seguimos nuestro camino por Liebfrauen-Kirchhof, antiguo cementerio que Napoleón destruyó por considerar poco higiénico, y dónde tiene lugar de lunes a sábado todas las mañanas un mercado de flores espectacular.

Aquí, en Liebfrauen-Kirchhof, se encuentra la iglesia de Nuestra Señora Liedfrauenkirche, que posee unas vidrieras magníficas.

Lo siguiente que nos encontramos es la Plaza del Mercado, Marktplatz, donde veremos la estatua de Rolando y el Ayuntamiento, Rathaus, ambos declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Cerca nos encontramos con el edificio del Parlamento, la Cámara de Comercio, Schütting, y la catedral de San Pedro. Merece la pena pasear por esta zona sin prisas, ya que es una de las plazas más bonitas que podemos visitar en Europa.

A la vuelta de la esquina del Ayuntamiento nos encontramos con la estatua de bronce de los Músicos de Bremen. Se puede observar que las patas delanteras del burro brillan mucho, ya que hay que pedir un deseo agarrándolas para que se cumpla.

En el ayuntamiento también podemos ver la entrada a una bodega de 600 años de antigüedad, la Bremer- Ratskeller, donde podemos degustar platos típicos y más de 650 vinos alemanes diferentes, y como no, cerveza.

 

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