La formación outdoor es una Formación experiencial que se lleva a cabo fuera del aula, preferentemente en entornos naturales, históricos o medioambientales que permitan crear una historia alrededor.

La metodología outdoor ha adquirido una presencia notable en las empresas y organizaciones. Esta formación mide las competencias de las personas y los equipos, y ofrece un valor diferencial especialmente relevante por el alto contenido de situaciones e incidentes críticos que una sesión fuera del aula puede presentar.

A juzgar por los resultados obtenidos en estas actividades, las experiencias formativas son significativas y ayudan a desarrollar con toda seguridad líderes y equipos eficientes, autónomos y más operativos. En esta metodología se incorporan ejercicios que propician situaciones de cierta presión que hacen desarrollar las habilidades planteadas en cada actividad, en especial el trabajo en equipo y el liderazgo. Desde 2007, al menos, escuelas de negocio como EBS Business School están aplicando esta metodología de forma exitosa.

Si una empresa desea medir las competencias, esta formación ofrece un valor diferencial relevante por el alto contenido de situaciones e incidentes críticos que se viven en cada sesión.

¿Cuáles serían algunas de dichas competencias?

1.      Trabajo en equipo: Trabajar en equipo es cada vez más necesario. Una mala formación en este aspecto da al traste con muchos proyectos de envergadura. El trabajo en equipo puede dar muy buenos resultados, ya que genera el entusiasmo para que el resultado sea satisfactorio en las tareas encomendadas. Las actividades de este programa desarrollan tareas relacionadas con la integración del equipo, el sentido de pertenencia, la cohesión interna, la reacción ante las amenazas del exterior...

2.      Liderazgo: El liderazgo también puede aprenderse. Los programas de liderazgo enseñan desde el primer momento, con actividades dinámicas, la capacidad de tomar la iniciativa, de gestionar personas, así como, convocar, promover, incentivar, motivar y evaluar a un grupo o equipo. El grupo permite de este modo evaluar individualmente a cada líder mediante innovadores y divertidos ejercicios con un alto valor evaluativo. 

3.      Motivación: Analizar los niveles de motivación del personal así como aplicar las medidas correctivas necesarias son objeto de trabajo en los programas outdoor. No basta con motivarse: es preciso saber motivar a otros.

4.      Gestión de la Incertidumbre: La Gestión de la Incertidumbre se entiende como un desafío del liderazgo en contextos inestables, como los que puede atravesar la empresa. Los participantes deben administrar lo que no existe aún y deben prever lo que no se conoce. La incertidumbre está presente en cada decisión, desde la más pequeña hasta la más significativa. Este programa aumenta la seguridad personal interior.

5.      Estrategia: En este programa se enseña a priorizar mediante actividades fuera del aula. Este programa sirve para  aprender a formular una estrategia empresarial y a desarrollar, utilizando la metodología outdoor, un plan estratégico.

6.      Gestión por valores: ¿Qué sucede cuando se consigue el objetivo, pero se dejan a un lado los valores o la ética? Los ejercicios de la formación outdoor deben incorporan sistemas éticos de toma de decisiones para comprender mejor el precio que hay que pagar por una actuación sin principios.

7.      Experiencias de Soledad: Las experiencias de soledad y reflexión introspectiva individuales ayudan a aclarar las ideas, a crear en torno a cada uno un espacio personal para la reflexión, la planificación, el afianzamiento de objetivos propios, empresariales e incluso familiares, en un contexto altamente significativo.

8.      Toma de decisiones extremas: La saturación de la información en la empresa provoca en muchos casos un bloqueo informativo que dificulta la toma de decisiones. Si, en la ejecución de la tarea, el tiempo presiona, la decisión debe tomarse con extrema urgencia.

Existen, además, otros contenidos que pueden ser explorados y desarrollados en este tipo de formación: capacidad de reacción ante situaciones adversas, comunicación, cohesión, esfuerzo, sacrificio, competitividad, cooperación, espíritu de equipo, negociación, resolución de conflictos, etcétera.

En el caso de la EBS Business School, cada dos años, un Challenge vive en primera persona diferentes aspectos de la dirección. Esta actividad presenta un nuevo reto en el que el aprendizaje y la convivencia son tan importantes como los contenidos desarrollados. También se trabajan las habilidades personales y se adquieren nuevos conceptos mediante tareas de exigencia personal y grupal, que ponen a prueba las áreas físicas y cognitivas de cada uno de los participantes, dentro de un contexto moderno que aúna competitividad y colaboración.

Esta formación se dirige a personas con experiencia directiva contrastada o, al menos, actividades de toma de decisiones en su actividad habitual. El Challenge está diseñado como un viaje que conjuga la actividad comercial e institucional y la formación outdoor.

Como diría el célebre gurú Juan Carlos Cubeiro, “Esta semana es una de las que más he aprendido en toda mi vida sobre trabajo en equipo real. La necesidad de cohesión del ser humano es fascinante.”

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Carlos Ongallo Carlos Ongallo es profesor y consultor internacional de empresas. Director de la Fundación para el Desarrollo Directivo, es autor varios libros de comunicación, empresa y liderazgo.