Los síntomas de la alergia suelen centrarse en la piel, los ojos y el sistema respiratorio.

Las alergias surgen cuando el individuo entra en contacto con una sustancia que le provoca algún tipo de reacción, a la que denominan alérgeno. El organismo trata de defenderse de las agresiones externas que pueden proceder de algunos alimentos, de los animales, de la picadura de algún insecto, de los hongos de la humedad, del polen de las plantas o de los ácaros del polvo.

Las alergias pueden confundirse fácilmente con los catarros convencionales. Y en caso de duda, habrá que tener en cuenta que las primeras no suelen ir acompañadas de fiebre y de mucosidad con color, mientras que los segundos sí. Además, los síntomas de la reacción alérgica suelen concentrarse en la piel, en los ojos y en el sistema respiratorio. Así, sus principales consecuencias pueden ser la aparición de distintos tipos de dermatitis que suelen provocar la inflamación y el enrojecimiento de la piel, de conjuntivitis, de rinitis alérgica o de asma que afecta directamente al sistema respiratorio, entre otros. 

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