El lockout es un cierre patronal por parte de los propietarios de los equipos de la NBA, la liga de baloncesto más importante.

El  1 de julio de 2011, tras producirse sucesivas reuniones sin alcanzar un acuerdo entre los representantes de jugadores y los propietarios de los equipos (los dueños aseguran que pierden dinero y los jugadores no quieren renunciar a sus sueldos), se confirma el temido lockout, que pone en peligro el normal desarrollo de la temporada 2011/12 de NBA e incluso podría no jugarse.

A partir del momento en el que se confirma el lockout, los clubes prohíben a los jugadores utilizar sus instalaciones, así como pagar a los mismos. Tampoco tendrían seguro médico ni ningún tipo de beneficio que pudiera proporcionarles el hecho de formar parte de una franquicia de la NBA.

De producirse, este cierre patronal no sería el único en la historia de la NBA. En la temporada 1998/99 el paro afectó a gran parte de los partidos de la liga regular ya que sólo se disputaron 50 partidos de 82. Pero las consecuencias fueron más allá y afectaron a los ingresos y popularidad de la NBA en los años sucesivos. En aquella ocasión no se produjo el éxodo de jugadores a Europa, algo que están esperando como agua de mayo en algunos clubes europeos (y también asiáticos) y que aún se sabe si sucederá, aunque los rumores son inevitables. Otra consecuencia más de la crisis financiera global con una difícil solución.

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