Al convertirse en enfermedad letal en un período de cuarenta y ocho horas, la Enfermedad de Pacheco sólo puede combatirse con diagnósticos precoces y por medio de la prevención.

Es una enfermedad letal para muchos tipos de psitácidas, especialmente para los loros provenientes del continente americano. El mal es provocado por un herpesvirus que afecta al hígado de manera despiadada. Durante mucho tiempo ha sido una patología poco conocida, aunque en los últimos años se han desarrollado algunos estudios, que han logrado avanzar en el conocimiento del virus.

Como en otras enfermedades, algunos animales pueden convertirse en portadores asintomáticos de la patología. Aves como el Loro Barranquero o la Cotorra Nanday son especialmente peligrosas como transmisores del herpesvirus.

El contagio puede tener lugar por contacto directo, a través de las heces y por la comida o el agua contaminadas. El período de incubación oscila entre los cinco y los quince días. Los síntomas más evidentes son: diarreas, regurgitación, temblores, calambres y la muerte repentina en cuarenta y ocho horas, aproximadamente. Las necropsias, que se realizan a animales enfermos de "Pacheco", muestran hígados agrandados, hemorragias hepáticas o intestinales etc.

El tratamiento deviene poco eficaz debido a la rapidez del proceso, pues si no hay un diagnóstico precoz las probabilidades de supervivencia son nulas. Como en el resto de patologías que afectan a las psitácidas, la prevención es la mejor aliada contra la Enfermedad de Pacheco. La limpieza, la vigilancia constante, las cuarentenas y las analíticas de sangre son los mecanismos idóneos para este fin.

 

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