La “obra en gris” u “obra gris” se puede definir como la segunda fase de construcción de una vivienda.

La construcción de un inmueble tiene tres fases definidas. La primera de ellas es la “obra en negro”, la segunda es la “obra en gris” y por último tendríamos la “obra en blanco” o remate final.

Una casa en obra gris está casi finalizada. Tiene una estructura definida, con las paredes y el techo. Lo único que le faltaría a este tipo de construcción sería el remate final.

 

Fofo cortesía de la empresa Modular Home.

La obra en gris se utiliza mucho en las viviendas prefabricadas. El motivo es que permite realizar una construcción base, con espacios abiertos, que el comprador puede modificar posteriormente, haciendo la distribución concreta que busca.

Las ventajas de adquirir una construcción en obra gris son varias:

  • Existe un ahorro en el coste de construcción de la vivienda. Ahorro que se maximiza si se opta por una vivienda prefabricada.
  • Se ahorra en tiempo de construcción, porque se adquiere casi finalizada.
  • La posibilidad de modificación y diseño de estas casas es máximo.
  • Por su estructura, contienen espacios abiertos, justo para eso,  para que sea posible su adecuación dependiendo del gusto personal del comprador.
  • Que la casa no esté terminada, en lugar de ser un problema, es una ventaja, puesto que los detalles finales, de remate, son elegidos por el comprador.

El resultado final es un inmueble único, adquirido en un tiempo menor al estimado para una vivienda común, con costes menores de construcción y con una total adecuación a nuestros gustos y elecciones.

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