La Zona Cero de Nueva York se ha convertido en lugar de peregrinaje y en visita obligada para los turistas que pasan unos días en la ciudad estadounidense, tras el atentado del 11-S.

Se llama Zona Cero al espacio que dejó el derrumbe de las Torres Gemelas tras el ataque terrorista sufrido el 11 de Septiembre de 2001. Desde ese momento, el esfuerzo por recuperar la zona, aumentar el ánimo de los neoyorquinos y rendir homenaje a las víctimas del atentado (más de 2.500 personas) ha sido intenso.

En 2011, diez años después de la catástrofe, la zona ha sufrido una transformación considerable: restaurantes, edificios residenciales, comercios y homenajes a las víctimas, atraen a más de 9 millones de visitantes al año.

La Zona Cero ha pasado de ser una escombrera a recuperar poco a poco la normalidad. En la actualidad, podemos encontrar 18 hoteles, restaurantes y negocios varios. También una nueva plaza que contiene dos grandes estanques de agua con los nombres de los muertos en el atentado, a modo de homenaje. En la Memorial Plaza, en el nuevo World Trade Center, nos topamos con más de 400 robles, entre ellos el conocido suvivor tree (árbol superviviente; fue rescatado entre los escombros).

En la zona, está prevista la apertura de un museo sobre el 11-S, un monumento homenaje bajo el nombre Reflecting Absence (ausencia refleja) y un edificio que pretende convertirse en el más alto del mundo con 541,3 metros de altura, bautizado como La Torre de la Libertad.

Tras los atentados, se tardó ocho meses en limpiar la zona y, posteriormente, hubo enfrentamientos entre políticos, promotores inmobiliarios, ejecutivos, grupos civiles y familiares de las victimas, que han llegado a diferentes acuerdos para reedificar lo que durante más de 20 años ocuparon las Torres Gemelas.

0