Los suspiros no son de enamorados, son de presos

Este pequeño puente une el Palacio Ducal con la antigua prisión de la Inquisición, cruzando el "Rio Di Palazzo". Es de estilo barroco, levantado en el siglo XVII, para dar acceso a los calabozos del palacio. Su nombre se debe a los suspiros de los prisioneros que, desde aquí, veían por última vez el cielo y el mar, camino de largas temporadas en el mar, o de su ajusticiamiento. Para poder visitarlo, debemos entrar al interior del Palacio Ducal.

 

Curiosamente, el aspecto romántico que se suele dar a su nombre no tiene nada que ver son el origen del puente, somo se puede leer. Aun así es habitual que sea objetivo de miles de fotografías y posados, justo al lado del Palacio Ducal. En todo caso, es una bella obra situada en un lugar incomparable, pero acordémosnos de los presos que veían el cielo y el mar por última vez en ese puente, antes que de los enamorados que se sacan fotos.

Fotos de Manuel González

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