El aloe vera ha sido calificado por muchos como una “planta milagrosa”.

El aloe vera  es un tipo de cactus con un gran poder curativo. Es especialmente beneficioso para la piel, pues contiene glucomannany gibberellin, que estimulan la producción de colágeno. Pero además, el aloe vera tiene un efecto regenerador y cicatrizante, basta con aplicar su sábila en una quemadura o herida para curarla y aliviar rápidamente el dolor.

 

 

Aplicado en la piel de forma habitual, el aloe vera estimula la producción de fibroplasto, que incrementa la elasticidad y la hidratación de la piel y ayuda a prevenir el envejecimiento. Asimismo, el aloe vera es un tratamiento natural y muy efectivo para el acné, pues cierra los poros de la piel evitando las infecciones y combatiendo las bacterias y los hongos.

 

Pero el aloe vera no solo se utiliza de forma tópica, sino que también podemos licuar sus hojas, limpias de piel, e ingerirlo mezclado con zumos o yogures. De esta forma, el aloe vera nos brinda igualmente indudables beneficios. Es diurético, desintoxicante, ayuda a regular el tránsito intestinal y, además, los polisacáridos que lo componen estimulan la producción de macrófagos, que combaten los virus.

 

El aloe vera es por lo tanto una planta que nos proporciona innumerables beneficios, quizás tenga cierto sentido lo de planta milagrosa.

 

Imagen: garryknight.

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