El índice de masculinidad desciende desde mediados del siglo XX y tiende al alza levemente en las generaciones jóvenes del siglo XXI.

Cuando leemos el titular “índice de masculinidad” muchos lectores podemos pensar que nos referimos al grado de virilidad que tienen los hombres. Sin embargo, en términos estadísticos el índice de masculinidad hace referencia al número total de hombres existentes por cada 100 mujeres en un determinado lugar. El caso contrario se denomina índice de feminidad.

El Instituto Nacional de Estadística y Censos de la República Argentina (INDEC), escogió este dato para su serie de análisis número 30. En las series de análisis se elabora un desglose de datos estadísticos utilizando desde los ya registrados, la representación de la tendencia previsiva en años ulteriores.

En dicho informe, contemplamos que el índice de masculinidad en 1950 era de 106,1, es decir, en términos generales habitaban más argentinos que argentinas. Este año en concreto, el grupo de edad que comprende los 55 y 59 años de edad alcanzó el índice más elevado de todo el hemisiglo con una tasa de 119,8. Interpretando este dato, por cada mujer existían casi 20 hombres más en esta franja de edad.

La tendencia es claramente descendente. A medida que vamos avanzando en décadas, el índice de masculinidad es menor. En 1960, en el mismo grupo de edad, el dato fue de 110; en 1970 de 96,9; en 1980 de 94,3; en 1990 de 91,2; en el año 2000 ascendió un poco con 92,5; pero en 2010 se registró un 90,9. De este modo la previsión estipulada para el año 2015 ronda el 89,8.

Pero las nuevas generaciones del siglo XXI tienden al alza. Prueba de ello lo vemos en el grupo de hombres entre 20 y 24 años. En 1980 alcanzaron el valle estadístico con un índice de 97,4; en 1990 subió a 101,5; y en 2010 ya existían casi tres hombres más por cada 100 argentinas con un dato final de 102,7. La previsión es de 102,9 en el año 2015.

El dato común a todas las décadas en el grupo de hombres entre 0 y 4 años. En Argentina nacen más hombres que mujeres con datos que rondan la tasa de 103, e incluso asciende cada lustro decimal a decimal.

La razón principal de este aumento en la tasa de masculinidad en grupos mayores de edad es la esperanza de vida. Por razones históricas, como guerras o enfermedades, los hombres han sido más proclives a la mortandad. A finales de siglo, los cambios en los hábitos y la calidad de vida, la medicina, y otros aspectos positivos hacen posible un aumento en la tasa de masculinidad. Aunque los datos de 1950 ya nos mostraban como el índice de masculinidad era bastante superior al de mujeres a pesar del índice elevado de mortalidad.

En términos generales, la media de todos los grupos de edad es descendente. El índice de masculinidad rondaba fue de 96, mientras que sesenta años atrás el índice fue de 106,1.

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