La textura de maquillaje que elijas dependerá del resultado que desees obtener.

a) Si quieres unificar la tez: Maquillaje compacto.

Son muy espesas y cubren mucho más, son perfectas para esconder y camuflar imperfecciones, y se utilizan sobre todo en eventos más formales. Aunque ofrecen un acabado estupendo y elegante queda un poco menos natural, por lo que hay que tener muy en cuenta la cantidad de producto que te aplicas, para no sobre pasar el límite y perder expresión y naturalidad.Entre los maquillajes compactos puedes encontrarlos en crema y en polvo. Este último suele usarse a modo 2 en 1, dando un acabado suave y evitando los brillos de la piel. Sin embargo, el maquillaje en crema es más satinado y usado sobre todo en pieles secas y mixtas.

b) Si buscas una fácil y rápida aplicación: Base de maquillaje en barra.

Tremendamente prácticos y rápidos de usar, con una aplicación sencilla, son estupendos para retocarte en cualquier lugar y momento. Lo puedes llevar en el bolso y aplicarlo directamente en la cara. El único inconveniente es que no es apto para pieles grasas.

c) Discreción total: Maquillaje en crema.

En realidad podría decirse que es una crema con un toque de color de maquillaje. Sus ventajas se centran en su facilidad de uso y aplicación, y que, obviamente, sirve como una crema de día, ya que suele aportar sustancias nutritivas e hidratantes para la piel. Su máximo inconveniente es que apenas cubre la piel, por lo que las imperfecciones están a simple vista.

 

 

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