"Tirar de la manta" es una expresión popular que utilizamos cuando desvelamos un secreto, pero ¿de dónde viene?

Según la RAE, tirar de la manta es una expresión popular que se refiere a:

 

Descubrir lo que había interés en mantener secreto.

 

Es decir, destapar algún asunto que quería ocultarse, normalmente por ser vergonzoso o bastante cuestionable. Y, aunque pueda parecerlo, su origen no es nada evidente, pues la palabra manta en este caso no se refiere a lo que conocemos hoy día como una manta.

 

Para hablar de su origen tenemos que remontarnos a finales del siglo XV, cuando los judíos fueron expulsados de España y, los que querían permanecer en el país, tenían que convertirse al cristianismo. Durante más de cien años, judíos conversos y cristianos vivieron pacíficamente, pero cuando a los descendientes de los judíos conversos se le empezaron a ofrecer empleos públicos o al servicio de la Corona, los cristianos "auténticos" recelaron y decidieron colgar mantas en iglesias y catedrales.

 

La primera manta se colgó en la catedral de Tudela, una localidad de Navarra. Estas mantas eran lienzos que mostraban el censo de la localidad, remarcando los nombres y apellidos de los judíos convertidos al cristianismo. Por lo tanto, cuando se hablaba de tirar de la manta, se referían a desvelar públicamente quién era cristiano "por conveniencia".

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