Las plantas se han utilizado como remedio a diferentes enfermedades y dolencias desde la antigüedad, ahora son componentes fundamentales en los medicamentos elaborados por los laboratorios

Las plantas son las medicinas más antiguas, se han utilizado en todas las culturas y sus principios activos están presentes en todos los medicamentos elaborados por los laboratorios farmacéuticos.  

El principio activo que queramos aprovechar, determinará la forma de preparación, maceración, cocción o infusión y la parte queremos utilizar; hoja fresca, seca flor, tallo, corteza, semilla, fruto o raíz.

La ortiga, por ejemplo, es muy sana comerla fresca, en ensalada y consumir melón disminuye el riesgo de padecer cáncer. Una misma planta, puede tener diferentes propiedades, dependiendo de la parte que utilicemos o la forma de prepararla. Las plantas pueden ser diuréticas, carminativas, expectorantes, digestivas, relajantes y antiinflamatorias. Así, una vez determinada la dolencia, sólo tenemos que buscar la planta que utilizaremos como remedio y prepararla para su consumo. El ajo, por ejemplo, es vasodilatador, y combate muchas enfermedades del aparato digestivo.

Son remedios sencillos y fáciles de encontrar paseando por el campo, ya que cuanto más silvestres más ricas en principios activos. Podemos ir creando nuestra pequeña botica natural mientras aprendemos y disfrutamos de la naturaleza y el contacto con la misma.

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