No todo va a ser antiguo. Otro lugar que atrae mucho público es el famoso Tate Modern, con su enorme chimenea de esta antigua central eléctrica, al que accedemos por el Millenium Bridge (con bonitas vistas del Támesis.

Este puente peatonal se construyó en el año 2000 y una vez inaugurado dio algunos problemillas de vibraciones que forzaron unos ajustes (y unas cuantas libras más para el proyecto, claro).

Es la hora de que el arte moderno nos dé en todas las narices. 

De acceso gratuito a la mayoría de la colección, su visita es recomendable, aunque no te apasione el arte moderno, algunas piezas merecen la pena (como algún cuadro de Roy Liechestein) y otras destacan por la polémica que crearon en su día (como la "Mierda de artista" de Manzoni).

Y si no te gusta, te quedarás impresionado por el edificio al menos. En la foto, una vista desde la cafetería del museo, el Millenium Bridge que cruza el Támesis hasta la Tate Modern. Sobresale la cúpula de la Catedral de San Pablo al otro lado del río.

Como veis, es un gran edificio: de vieja central eléctrica a una de las mayores atracciones de Londres.

Texto y Fotos: Manuel González

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