Símbolo de la ciudad, gracias a su relación con Eiffel, es el camino ideal para cruzar a Vila Nova de Gaia.

El puente de Luis I es, sin género de duda, uno de los elementos más característicos de la ciudad de Oporto. Fue levantado en 1886 con 172 metros de luz y fue diseñado por Teófilo Seyrig, discípulo de Eiffel, que había participado con el famoso arquitecto en el diseño del puente de María Pía, en la misma ciudad. Por esta razón nos parecen similares, debido a la estructura metálica empleada, aunque la diferencia es que consta de dos niveles. En la plataforma de arriba, de 372 metros de longitud, transcurre el tranvía de la ciudad que une ambas orillas. Es el lugar ideal para tener una panorámica espléndida de la zona de la Ribeira.

La plataforma de abajo, de 174 metros, es utilizada por automóviles, y permite el acceso directo a la zona de muelles de Vilanova De Gaia. Junto al puente de Luis I se encuentran dos obeliscos de piedra que formaban parte del puente Pensil, construido anteriormente en ese lugar, y que fue sustituido por el de Luis I. Es un buen sitio para observar el puente por la noche e iniciar nuestro paseo por la Ribeira de Oporto.

Fotos de Manuel González

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