La postura ideal para el bailarín, vista desde un lado, debería hacer posible que se trazara una línea recta hacia abajo desde encima de las orejas, pasando por la parte central de los hombros y la pelvis, y atravesando el tobillo.

Las curvas de la columna vertebral son naturales y vitales para el sano funcionamiento de todo el cuerpo humano, ayudan a equilibrar los grandes pesos corporales que suponen la cabeza, la caja torácica y la pelvis, y a la vez realizan una función amortiguadora. La técnica de ballet pone énfasis en el alargamiento de la columna vertebral, sin embargo, el objetivo no es eliminar las curvas de la misma, por ello, la pelvis no debería “esconderse” para que esto se logre.

Deberíamos recordar que los jóvenes no tienen la fuerza física, ni los conocimientos, para mantener la elongación de la columna vertebral. Si esperamos demasiado de nuestros alumnos antes de tiempo, podríamos causarles estrés y tensión innecesaria.

Una postura correcta y el uso del en dehors están relacionados entre sí. Cuando la columna vertebral se alarga, la pelvis se coloca en su sitio y se pueden rotar las piernas hacia fuera. Los isquiotibiales situados en la parte posterior del muslo han de estar en tensión para ayudar a estabilizar la posición de la pelvis y poder mantener la postura.

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