El primer árbol de navidad tiene sus orígenes en la Alemania del siglo XVII.

El árbol decorado es el símbolo navideño por excelencia en todo el mundo. Según la tradición, los Reyes Magos o Papá Noel dejan los regalos bajo sus grandes ramas. Pues bien, el primer árbol de navidad tiene sus orígenes en el siglo XVII en Alemania, cuando lo utilizaron para dar calidez al frío invierno; extendiéndose rápidamente la costumbre hacia los países nórdicos. 

Ya en el siglo XIX, el protagonismo del abeto llegó a Inglaterra; colocando el primer árbol en el Castillo de Windsor en la década de los cuarenta. El encargado de su decoración fue el esposo de la reina Victoria, el príncipe Albert. Poco a poco, se fue imponiendo en los distintos rincones del mundo, llegando a convertir su iluminación en un evento de especial importancia; como es el árbol del Rockefeller Centre de Nueva York. 

Por otra parte, el árbol de navidad, pos su colorido verde y fresco, tiene un significado religioso que hace alusión a la esperanza y a la vida. En Italia, en 1982, se instauró el primer árbol en la Plaza de San Pedro del Vaticano por orden del Papa Juan Pablo II.

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