Es muy común que con el impacto que tienen Internet y las redes sociales, las empresas se lancen a este nuevo medio de forma acelerada e impulsiva. Éste es un error colosal que puede llevarnos al fracaso.

Antes de malgastar recursos materiales y humanos en una estrategia de marketing en Internet, es importante que planifiquemos todo el proceso. Sin embargo, en muchos casos se pasa por alto el primer paso, uno de los más importantes: el recuento de los recursos propios con los que cuenta la empresa para poner en marcha dicha estrategia. Tendremos que concretar, por lo tanto:

 

  • Medios: no sólo económicos, es decir, no sólo nos limitaremos a ver con cuánto dinero contamos y qué presupuesto podemos aceptar, sino que tendremos que ser conscientes de cuál es la infraestructura con la que contamos y en qué estado se encuentra, ¿necesita cambios?, ¿cuánto nos costarán? También es importante concretar qué plataformas vamos a explotar, si alguna se está utilizando ya y cómo se está haciendo, qué gastos supone y qué beneficios genera.
  • Tiempo: puede que el más valioso de nuestros recursos. Una estrategia de marketing en Internet supone un enorme gasto de tiempo, pues no sólo hay que lanzar los mensajes, sino también responder a todas las dudas y quejas que nuestros clientes nos planteen. Es fundamental que planifiquemos nuestra inversión de tiempo, cuánto dedicaremos y cómo lo haremos.
  • Equipo humano: ¿tenemos en nuestra empresa personas que puedan ayudar en la estrategia?, ¿cuántas?, ¿es necesario contratar?, ¿qué perfil buscamos?

 

Una vez que todas estas cuestiones estén resueltas, ya podemos planificar nuestra estrategia, nuestros objetivos tangibles y medibles y la forma de conseguirlos.

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