Estas pequeñas frutas nos aportan múltiples beneficios, ¡además de ser deliciosas!

Cuando hablamos de alimentos con un alto poder antioxidante, es fácil que los frutos rojos encabecen esa lista, y es que las fresas, las frambuesas, las cerezas, las moras y los arándanos son ricos en flavonoides, que neutralizan los radicales libres que atacan a nuestro organismo retrasando el envejecimiento de nuestras células y previniendo enfermedades como el cáncer o las enfermedades cardiovasculares.

Además de los beneficios que hemos señalado en el primer párrafo, los frutos rojos son uno de los alimentos desintoxicantes por excelencia, es que son grandes diuréticos: regulan el ácido úrico y, gracias a su alto contenido en fibra, ayudan a combatir el estreñimiento. Todo ello sin sumar apenas calorías a nuestra dieta, pues son ricos en agua y bajos en azúcares.

 

De ahí que las también conocidas como frutas del bosque sean especialmente recomendables en nuestra dieta habitual: tanto al natural como en forma de batidos, zumos o infusiones, los frutos rojos son una deliciosa forma de cuidar de nuestra salud.

 

Imagen: Muffet

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