Elegir el televisor ideal puede ser complicado al adentrarnos en la cantidad de tecnologías y tecnicismos que impregnan la mayoría de los catálogos. Conoce todas las claves para estar 100% seguro de tu elección.

Una vez que sabemos qué tecnología y qué tamaño vamos a elegir, el siguiente paso es conocer la resolución que nos ofrecen los distintos televisores.

 

La resolución de una pantalla es el número de líneas horizontales que puede reproducir y la forma en que lo hace, escaneado progresivo (p) o entrelazado (i).

 

El escaneado progresivo divide cada fotograma en dos, reproduciendo primero las líneas impares y, después, las pares. El escaneado progresivo, por su parte, reproduce todas las líneas, consiguiendo una mayor definición de imagen.

 

Si bien es cierto que prácticamente todos los modelos que vamos a encontrar en el centro comercial o en la tienda de electrónica, contarán con alta resolución, hemos de diferenciar entre 720p y 1080p. La señal de televisión y el DVD trabajan a 720p, es decir, a 720 líneas progresivas, sin embargo, si lo que queremos es sacar el máximo partido a nuestra pantalla, reproduciendo Blu-Rays y videojuegos, nos decantaremos por 1080p.

 

Pero nuestras dudas no terminarán aquí, en algunos carteles leeremos HD Ready y en otros, Full HD, qué lío, ¿no? ¿Cuál es la diferencia?

 

HD Ready es un distintivo europeo que nos garantiza una resolución de, al menos, 720 líneas, es decir, los 1080 que nos ofrece son 1080i (barrido entrelazado). Full HD, sin embargo, nos brinda una alta definición plena (1920 x 1080 píxeles) en escaneado progresivo.

Imagen: nodomain1.

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