El permiso de maternidad/paternidad es un derecho social que no ejercemos de la misma forma mujeres y hombres.

La Ley Orgánica de Igualdad entre Mujeres y Hombres, aprobada en el año 2007, contemplaba la posibilidad de solicitar el permiso de paternidad, con una duración de quince días, durante las dieciséis semanas a las que se acoge la madre o de forma inmediata a la finalización del mismo. A su vez, se han contemplado supuestos, en los que el permiso podría ampliarse hasta veinte días, pero no son muchos los hombres que han solicitado el permiso evidenciando la ausencia de cultura empresarial respecto a la conciliación de la vida personal, familiar y laboral.

Todos los países de la Unión Europea, contemplan estos derechos, como derechos sociales, pero en cada uno de ellos la regulación es diferente. Por ejemplo, en Islandia, Alemania, Rumania y Suecia, el permiso tiene la misma duración para hombres y  mujeres, mientras que en el resto, el de los padres es mucho menor que el de las madres. Esta diferencia, implica una desigualdad en el ejercicio de sus derechos, entre mujeres y hombres, siendo estos últimos los discriminados.

La realidad legal es que se penaliza a los hombres que se acogen al permiso, ya que la Seguridad Social, no les trata de la misma forma que a las mujeres. Este sesgo legal, consecuencia de la socialización de género, es una evidencia de los desequilibrios que existen por razón de género y sexo.

 

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